Programa Actualización Científica sin Exclusiones (ACisE)

Informes comentados


SM.gif Salud Mental SM.gif
 
Informe
Autor del informe original
AC Costa
Institución: Faculdade de Medicina da Universidade de São Paulo (FMUSP),
São Paulo Brasil

El Uso de Cannabinoides no Debe Considerarse como Tratamiento de Primera o Segunda Línea de los Trastornos Neuropsiquiátricos Prevalentes en la Vejez
El uso de cannabinoides como medicamentos terapéuticos ha aumentado entre las personas de edad avanzada, y demuestran resultados prometedores para el tratamiento de los trastornos neuropsiquiátricos frecuentes en este grupo poblacional. Sin embargo, no deben considerarse como terapia de primera o segunda línea de la enfermedad de Parkinson o la enfermedad de Alzheimer.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/173006


Comentario
Autor del comentario
Gabriela Pérez 
Sociedad Argentina de Cardiología, Ciudad de Buenos Aires, Argentina


El manejo sintomático a través de medicamentos recetados comúnmente y el tratamiento farmacológico de los trastornos prevalentes en la vejez (por ejemplo los opioides para el dolor crónico, las benzodiazepinas a corto plazo para la ansiedad y los antipsicóticos para los trastornos del estado de ánimo) puede ser un desafío. El uso de opioides puede provocar estreñimiento, confusión, caídas y fracturas.1 Las benzodiazepinas también aumentan el riesgo de caídas y fracturas debido a la sedación2 o a los efectos adversos en los adultos mayores. Los antipsicóticos facilitan el desarrollo del síndrome metabólico, la discinesia, el parkinsonismo y puede contribuir a un mayor riesgo de accidente cerebrovascular y mortalidad en personas con demencia.3 Existen intereses clínicos y de investigación de tratamientos alternativos que
podrían ser más seguros para los adultos mayores, especialmente aquellos con fragilidad, multimorbilidad o polifarmacia: la investigación sobre el uso de compuestos de cannabis entre adultos mayores está aumentando. Los cambios relacionados con la edad en el sistema cannabinoide endógeno podrían influir en los efectos de las terapias dirigidas al sistema cannabinoide.4 En general, el envejecimiento parece resultar en una menor disponibilidad de los sitios de unión del receptor cannabinoide 1 (CB1) dependiendo de la región del cerebro.5 Las condiciones de salud comúnmente investigadas con respecto al consumo de cannabis entre adultos mayores incluyen el manejo del dolor,6 trastorno del sueño,7 estimulación del apetito,8 y el manejo de comportamientos de demencia como la agitación.9 Los datos de una encuesta de 568 voluntarios mostraron que, para aquellos que comenzaron a consumir cannabis más tarde en la vida, estaba estrechamente relacionado con el propósito medicinal como el control del dolor, la mejora del sueño y para tratar los síntomas de ansiedad y depresión.10 El 70% de los adultos mayores encuestados, estuvo muy de acuerdo en que el uso de cannabis medicinal era aceptable.11 Entre 2015 y 2019, los estadounidenses mayores mostraron una disminución relativa del 18,8 % en el riesgo percibido.12
El sistema endocannabinoide (ECS) es el sistema de neurotransmisor de señalización endógeno más extendido en el cerebro13 y consiste, principalmente, en los receptores de cannabinoides CB1 y CB2; ligandos endógenos anandamida (AEA) y 2- araquidonoilglicerol (2-AG); enzimas de síntesis como N-acil fosfatidiletanolamina (NAPE) y diacilglicerol lipasas (DAGL) y enzimas de degradación o recaptación como amida hidrolasa de ácido graso (FAAH) y monoacilglicerol lipasa (MAGL).14 Debido a que el ECS está ampliamente presente en el sistema nervioso central, juega un papel esencial en la neurobiología de las enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer (EA) y la enfermedad de Parkinson (EP). Varios enfoques, ya sean ensayos in vitro, modelos animales y estudios clínicos, sugieren que la modulación de ECS puede reducir las proteínas involucradas en la fisiopatología de la EA, como tau y beta-amiloide15 y la alfa-sinucleína, que forman cuerpos de Lewy en la EP, con aumento de la reactividad de la microglía y los astrocitos, así como la proinflamacion,16 los marcadores TNF-a, IL-17, IFN-?, iNOS, IL-1ß y NF-?B, que son factores implicados en estas enfermedades, donde la modulación de ECS puede ser un objetivo farmacológico y molecular crítico. Por otra parte, la modulación endocannabinoide puede prevenir el daño mitocondrial, facilitar la homeostasis y disminuir la excitotoxicidad, así como las especies reactivas de oxígeno (ROS), lo que culmina en la restauración de la memoria y la función cognitiva, prevalentes en las enfermedades mencionadas anteriormente.17 Además, este sistema y su compleja maquinaria también han participado en eventos de plasticidad sináptica y neurogénesis.18
Tanto el cannabidiol (CBD) como el tetrahidrocannabinol (THC) tienen objetivos potenciales para efectos terapéuticos en enfermedades neurodegenerativas, ya que pueden modular ECS. El CBD actúa como agonista de los receptores TRPV1, PPAR? y mAChR y como antagonista del receptor GPR55.19 Se sugiere que este compuesto actúe como un modulador alostérico negativo de los receptores CB1 y CB2. 20 Finalmente, el CBD inhibe la enzima FAAH, con el consiguiente aumento de los niveles de AEA. Los experimentos preclínicos muestran que la activación de CB2 induce un efecto neuroprotector en modelos animales de demencia vascular, más específicamente, el agonismo CB2 reduce el deterioro de la memoria y tamaño del infarto durante la hipoperfusión cerebral y la demencia vascular.21 A nivel preclínico, el CBD induce actividad antiamiloidogénica22, antioxidante, antiapoptótico, antiinflamatorio23,24, y efectos neuroprotectores.25
Estos resultados sugieren que la modulación del sistema endocannabinoide por parte del CBD podría ser una herramienta viable para tratar o incluso prevenir el curso de la EA. En otro enfoque in vivo realizado en cortes de hipocampo de ratón, el CBD mejoró la transmisión sináptica y la potenciación a largo plazo. En los estudios que utilizaron la asociación de CBD y ?9-THC se observó una mejora significativa en la memoria de los ratones transgénicos AßPP/PS1, con mayor eficacia en la asociación CBD y ?9-THC que cuando se administra solo. Los modelos animales de EP, emplean generalmente el uso de neurotoxinas como la 6-hidroxidopamina (6-OHDA) y la 1-metil-4-fenil-1,2,3,6-tetrahidropiridina (MPTP), que promueven la pérdida neuronal dopaminérgica en la sustancia negra, similar a lo que ocurre en los pacientes con la enfermedad. Además, estos fármacos promueven un aumento de los marcadores proinflamatorios, estrés oxidativo y excitotoxicidad. En un modelo de EP tratados con 9-THC en monos, se observó la restauración de las actividades locomotoras casi al nivel previo a la enfermedad.25 La suposición es que este efecto positivo se debe a la expresión elevada de los receptores CB1 en los modelos animales. Aunque pocos estudios han utilizado modelos de EP in vivo con CBD, los hallazgos son prometedores. La administración oral de CBD mejoró el comportamiento en las tareas cognitivas y la locomoción espontánea, además de aumentar los niveles de serotonina y dopamina en la sustancia negra. Simultáneamente con estos hallazgos, el CBD promovió una disminución en los marcadores inflamatorios como TNF-a, IL-1ß e IL-6.
Los cannabinoides que actúan en los sitios de receptores de cannabinoides clásicos (CB1 y CB2) y una variedad de otros sitios de receptores sensibles a cannabinoides (por ejemplo, TRPV1, peroxisome proliferator-activated receptor gamma—PPAR?, dopamina, glutamato, GABA) han demostrado un impacto terapéutico considerable al atenuar signos y síntomas como inflamación, estrés oxidativo, dolor, estrés, trastornos del movimiento (temblores, rigidez, bradicinesia, discinesia inducida por L-DOPA,26) trastornos del estado de ánimo (ansiedad, depresión) e insomnio.27 Los efectos adversos, como cambios en la cognición, ataxia, habilidades motoras, disforia y dependencia, suelen depender de la dosis de THC.28,29 Pocos estudios fueron estudios controlados aleatorios doble ciego y la evidencia actual no respalda un alto nivel de recomendación para el uso de cannabis. El uso de CBD también mostró resultados prometedores, aunque con muestras pequeñas con un seguimiento corto, y casi toda la evidencia proviene del mismo grupo de investigación de Brasil. Según nuestro concepto y experiencia, los cannabinoides nunca deben considerarse como un tratamiento de primera línea, sino que podrían aplicarse a situaciones específicas vistas en la práctica clínica o como una terapia adyuvante con tratamientos de primera o segunda línea para trastornos neuropsiquiátricos de la vejez, ya que las respuestas a las preguntas relacionadas con la seguridad, la eficacia, la biodisponibilidad y la duración del uso se representan a partir de pequeños ensayos clínicos, cohortes y estudios transversales. Este es un problema importante al considerar los cannabinoides para adultos mayores. Los trastornos como la EA y la EP suponen una gran carga para los pacientes, los familiares y los cuidadores; a menudo se asocian con sintomatología resistente después de implementar las recomendaciones de tratamiento de primera o segunda línea. Por otra parte, la evidencia de los ensayos clínicos frecuentemente sobreselecciona a estos pacientes, lo que no siempre es un reflejo de los casos del mundo real que exigen tratamientos alternativos para la mejora de los síntomas o la calidad de vida del paciente y de su familia. Los cannabinoides son candidatos potenciales debido a su evidencia pre clínica positiva emergente y su perfil de seguridad favorable en comparación con los medicamentos psicotrópicos, por ejemplo. Dado que los cannabinoides no están exentos de efectos adversos y pueden producir reacciones secundarias a su prescripción, los estudios farmacológicos son fundamentales. Para mitigar el riesgo de eventos adversos siempre la recomendación de comenzar con una dosis baja y un régimen de titulación lento. Sin embargo, falta evidencia de ensayos clínicos de alto nivel, por lo que estos compuestos nunca deben usarse como terapias de primera o segunda línea. Su uso debe restringirse al tratamiento adyuvante off label después de que se implementen las recomendaciones aprobadas con evidencia de alto nivel. Se necesitan con urgencia estudios farmacológicos, especialmente dedicados a la eficacia y seguridad de los cannabinoides en personas mayores. Se requieren ensayos controlados con diseños longitudinales y muestras más grandes para examinar la eficacia a largo plazo de estos fármacos en la demencia, la EA y la EP. En general, los compuestos de cannabinoides se toleran bien y parecen ser más seguros que la mayoría de los medicamentos psicotrópicos, pero dada la vulnerabilidad de los pacientes con demencia, requieren un control adecuado por parte del médico. En un nivel de prescripción de cannabinoides para personas mayores, se debe seguir un principio geriátrico de prescripción de comenzar con dosis bajas con una titulación más lenta.
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Palabras Clave
cannabis, cannabinoides, THC, CBD, ancianos
Especialidades
Ge.gif   SM.gif         F.gif   MI.gif   
Informe
Autor del informe original
PJ Na
Institución: VA Connecticut Healthcare System,
West Haven EE.UU.

Desipramina y Paroxetina en Pacientes con Trastorno de Abuso de Alcohol y Comorbilidades
En pacientes con trastorno de abuso de alcohol, la paroxetina demostró mejores resultados con respecto al consumo de alcohol en pacientes con trastorno depresivo mayor concurrente, mientras que la desipramina mostró mejores resultados en aquellos con trastorno por estrés postraumático, aun en caso de depresión mayor concurrente.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/170012


Comentario
Autor del comentario
Agustina M. Marconi 
University of Wisconsin-Madison, Madison, EE.UU.


El consumo de alcohol es un problema de salud pública a nivel global. En todo el mundo, 3 millones de muertes cada año son consecuencia del consumo excesivo de alcohol. En general, el 5.1 % de la carga mundial de enfermedades y lesiones es atribuible al alcohol, medido en años de vida ajustados en función de la discapacidad (DALYs).1 El trastorno por abuso de alcohol (TAA) es un trastorno muy frecuente en la población general, con un prevalencia de vida de alrededor del 30%.2
Las personas con TAA tienen un control insuficiente sobre su consumo de alcohol y exhiben un patrón de consumo de alcohol crónico, excesivo y, que en muchas ocasiones, va en aumento a pesar de las consecuencias perjudiciales significativas para su
salud en general, la vida de sus familiares y amigos, y para la sociedad en general.3
Por otra parte, se estima que el 25 % de la población mundial son diagnosticados con uno o más trastornos mentales o del comportamiento a lo largo de su vida.4 Entre estos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) encontró una prevalencia de vida del trastorno por estrés postraumático (TEPT) para población general en países de ingresos medianos altos y medianos bajos de 2.3% y 2.1% respectivamente.5 En subgrupos particularmente expuestos a situaciones de potencial stres, como los militares, la prevalencia de vida asciende al 7.7% % al 1.,0 %.6 Respecto de la depresión, estadísticas globales muestran una prevalencia de vida del 5% en adultos.7 En Estados Unidos, por otra parte, asciende a 20.6%.8
La literatura internacional muestra que en los pacientes con depresión y/ o TEPT, el consumo problemático de alcohol co-ocurre.9 Debido a la fuerte evidencia de esta coexistencia, los profesionales de la salud buscan tratamientos farmacológicos efectivos para estas comorbilidades en conjunto. Sin embargo, la evidencia respecto al éxito del tratamiento farmacológico para estas condiciones de salud asociadas es disímil. Una revisión del tratamiento farmacológico para los pacientes con TAA y TEPT realizada en 2014, mostró resultados no concluyentes. Sin embargo, destacó opciones de tratamiento prometedoras como el uso del anticonvulsivante topiramato y el antihipertensivo prazosina.10 Otros estudios randomizados compararon el uso del inhibidor de la recaptación de serotonina, paroxetina, y el inhibidor de la recaptación de norepinefrina, desipramina. También evaluó la eficacia complementaria del uso de naltrexona, utilizada habitualmente para el tratamiento de TAA, en relación con el placebo. La paroxetina no mostró mayor eficacia sobre la desipramina para el tratamiento de los síntomas del TEPT. Sin embargo, la desipramina fue superior a la paroxetina con respecto a los resultados del consumo de alcohol. La naltrexona redujo el deseo de consumo de alcohol o craving en relación con el placebo, pero no demostró ninguna ventaja sobre los resultados del consumo de alcohol en sí. Aunque los inhibidores de la captación de serotonina son los únicos medicamentos aprobados por la Food and Drug Administration (FDA) para el tratamiento del TEPT, el estudio actual sugiere que los inhibidores de la captación de norepinefrina pueden presentar ventajas clínicas al tratar a los veteranos varones con TEPT y TAA. Sin embargo, la naltrexona no mostró evidencia de eficacia en la población estudiada.11 Estos últimos resultados van en línea con el artículo revisado, en donde Na et. al, reportaron que en sujetos con TEPT y TAA, la desipramina podría ser ventajosa en los resultados del consumo de alcohol. Con respecto a los deseos de consumo de alcohol, la naltrexona mostró superioridad sobre el placebo, y esta diferencia tuvo relación con la respuesta del grupo de TEPT.12
Respecto de los trastornos concurrentes de depresión y TAA, la literatura describe que el disulfiram se asoció con la mejor eficacia para lograr la abstinencia al alcohol. También describieron a anticonvulsivantes como el topiramato, con resultados superiores en cuanto a resultados favorables en el consumo de alcohol.13,14
El artículo revisado presenta evidencia preliminar sobre combinaciones farmacológicas favorables para las diferentes combinaciones de los 3 trastornos concurrentes. Sin embargo, también deja en claro la necesidad de mayor evidencia en sobre la temática, para lograr consenso científico. La literatura sobre el tratamiento eficaz con medicamentos aprobados para tratar pacientes con estas comorbilidades es limitada y no concluyente. La revisión bibliográfica realizada para el presente comentario muestra que a pesar de la amplia disponibilidad de medicamentos basados en evidencia para el tratamiento del TAA, la depresión y el TEPT, claramente se necesitan resultados más sólidos sobre el tratamiento para estas condiciones cuando se presentan en forma concomitante. La consideración de la heterogeneidad de los trastornos y las diferencias clave en diferentes subgrupos (población general versus población altamente expuesta como refugiados, militares, etc.) pueden ayudar a desarrollar tratamientos más específicos y personalizados para mejorar los resultados para cada subgrupo.
A modo de conclusión, si bien el presente artículo presenta algunas alternativas terapéuticas prometedoras para el tratamiento farmacológico de las condiciones antes mencionadas, existe una clara necesidad de estudios sistemáticos y rigurosos de tratamientos farmacológicos, conductuales y alternativos y la combinación de todos ellos, para pacientes con diagnósticos duales de TEPT/Depresión y TAA. Copyright © SIIC, 2023 Referencia Bibliográfica
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Palabras Clave
depresion, alcoholismo, fármacos antidepresivos, trastorno por estrés postraumático, paroxetina
Especialidades
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Informe
Autor del informe original
Camilo Urra Albornoz
Columnista Experto de SIIC
Institución: Universidad Católica del Maule
Talca Chile

Uso de redes sociales, ansiedad, depresión e indicadores de adiposidad corporal en adolescentes
Este estudio demostró que la ansiedad y la depresión están relacionadas estrechamente con elevados índices de adiposidad corporal y, al mismo tiempo, con mayor uso de redes sociales en adolescentes de ambos sexos. Sin embargo, los indicadores de adiposidad corporal no se asociaron con el uso de redes sociales. Estos hallazgos sugieren que los adolescentes con un elevado número de horas en redes sociales, adoptan estilos de vida que perjudican principalmente su salud mental.


Publicación en siicsalud
Artículos originales > Expertos de Iberoamérica >
http://www.siicsalud.com/acise_viaje/ensiicas-profundo.php?id=158538


Comentario
Autor del comentario
Claudia Wydler(1) y Liliana Papalia(2) 
(1)Hospital General de Agudos "Dr. Ignacio Pirovano", Área programática, Buenos Aires, Argentina
(2)Responsable Área Nutrición – Obesidad, Instituto Realize: Dra. Tania Borda


Los adolescentes de hoy crecen en un mundo digital que les resulta natural, pero los efectos que la virtualidad ejerce sobre su bienestar físico y su salud mental aún continúan en estudio. Los adolescentes y los jóvenes se encuentran entre los usuarios que más utilizan las redes sociales y es común que los jóvenes coman o duerman cerca de sus teléfonos. ¿Qué padres desconocen lo que es pedir a sus hijos que dejen el celular para cenar en familia o para irse a dormir más temprano? Es un tema de estudio el que el uso excesivo de las redes sociales podría tener consecuencias adversas en el desarrollo durante la adolescencia, entre las que se incluye bajo nivel educativo, abandono escolar, relaciones sociales deterioradas y,
en sus extremos, mayor riesgo de abuso de sustancias, problemas de salud mental y suicidio; además, sumado a ello, se agrega que sería un factor de riesgo significativo para trastornos cardiovasculares, sobrepeso y obesidad. Esto último nos refiere directamente a la investigación en cuestión.
El objetivo de esta investigación fue determinar la relación entre el uso de redes sociales y la presencia de ansiedad, depresión e indicadores de adiposidad corporal en adolescentes de ambos sexos.
Los resultados han puesto de manifiesto una relación positiva entre el uso de las redes sociales y la ansiedad y depresión, y la presencia de estas últimas, a su vez se asoció positivamente con los indicadores de adiposidad corporal en ambos sexos, excepto en mujeres en cuanto a la relación entre la circunferencia de cintura y la ansiedad. Esta última diferencia entre los distintos sexos puede tener su explicación en que en las redes sociales se ve reflejado algo que se manifiesta a través de diferentes discursos, muchos de ellos paradójicos, como una modificación en la presión social sobre el cuerpo: lo que se denomina una “ilusoria liberación del cuerpo femenino”. Es decir una valorización y un culto al cuerpo sin precedentes, que específicamente en el caso de la figura femenina, es valorado de forma positiva o negativa, no sólo por la mirada masculina sino además, por una mirada que juzga a las mujeres por las mismas mujeres, que afecta la autoestima y genera mayor labilidad emocional. Con respecto a las redes sociales, se encuentra establecido que el uso de ciertas aplicaciones que se caracterizan por proponer retos, llevan a compararse con otras personas “más exitosas” y potencian intencionadamente el éxito de los cuerpos “atractivos” además de permitir comentarios negativos hacia los que no lo son tanto, puede generar frustración y dar lugar a elementos que son un coctel peligroso sobre la nutrición, el cuerpo y la imagen corporal, al mismo tiempo que afectan negativamente a la salud mental. La regulación emocional juega un rol central en el comportamiento alimentario y el control del peso corporal y el proceso por el que se da la ganancia de peso a través del tiempo es muy complejo. El estrés y la ansiedad pueden conducir a un aumento del apetito y cambios en las preferencias alimentarias. Estaríamos ante una ingesta emocional que refiere el consumo de alimentos por razones diferentes a la ingesta homeostática: esto sería para afrontar emociones, para celebrar, para socializar, en respuesta a señales del entorno y en respuesta a creencias relacionadas con los alimentos o el cuerpo. Peor aún, las redes sociales en relación con la alimentación suelen suscitar confusión al presentar diferentes discursos contrapuestos. Si a esto le añadimos que un mismo discurso suele ser modificado una y otra vez por nuevos estudios, los cambios socioculturales o los intereses económicos, entre otros factores, la desorientación es todavía mayor. Si bien algunos adolescentes, por su propia iniciativa, miden y reducen su tiempo en las redes sociales para realizan actividades por fuera de sus dispositivos, esto podría no ser sencillo para adolescentes que sufren ansiedad, depresión u obesidad, con el estigma que dichos padecimientos en algunas sociedades implica. Enfocarse en esta población cuándo tienen dichos factores de riesgo, podría evitar el uso problemático de las redes sociales y promover conductas más saludables. Sería prioritario que los padres, no sólo en la adolescencia, sino antes de la llegada de la misma, entrenen a sus hijos a cortar a tiempo el excesivo uso de la tecnología para dar lugar a mayor cantidad de horas de sueño y comidas compartidas en familia, libre de dispositivos dando un lugar adecuado a ambas actividades fundamentales en la vida de todo adolescente. Rever y mitigar el impacto de las redes sociales, diseñando programas eficaces de intervención abarcando la imagen corporal, la autoestima, y la educación alimentaria, sería una herramienta fundamental para trabajar en el mejoramiento de la autorregulación conductual, es decir, la habilidad de inhibir impulsos, de calmarse frente al estrés, que tendría un importante efecto en la prevención del aumento y el mantenimiento del peso corporal.

Palabras Clave
Especialidades
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Informe
Autor del informe original
KN Anderson
Institución: Centers for Disease Control and Prevention,
Atlanta EE.UU.

Fármacos Antidepresivos Específicos durante las Primeras Etapas del Embarazo y Riesgo de Defectos Congénitos Específicos
La utilización del antidepresivo venlafaxina se asoció con el número más alto de malformaciones congénitas; sin embargo, el hallazgo deberá ser confirmado en estudios futuros por la evidencia escasa, disponible hasta ahora. Los hallazgos sugieren la necesidad de considerar el sesgo asociado con las enfermedades subyacentes y de analizar los riesgos que suponen la depresión o la ansiedad sin tratamiento apropiado.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/164284


Comentario
Autor del comentario
Doménica Alejandra Villarreal Gómez 
Instituto Mexicano del Seguro Social, Especialista en Atención Primaria, Veracruz, México


La depresión y ansiedad se consideran trastornos de gran importancia en el embarazo. Se estima que la depresión afecta a 350 000 000 de personas en el mundo y afecta más a la mujer que al hombre. Tiene la capacidad de inducir cambios desfavorables en la salud física y psicológica de las pacientes.
La ansiedad se define como un estado subjetivo de incomodidad, malestar, tensión y displacer que hace que el sujeto se sienta molesto. La depresión debe considerarse en términos de debilidad interna, vulnerabilidad y en el sentido del desamparo e inferioridad del propio yo. La mujer suele ser más susceptible, gran parte debido a los cambios hormonales durante el ciclo menstrual y aún más en el embarazo.
La ansiedad y la depresión
antes del parto son trastornos psiquiátricos frecuentes y factores de riesgo a padecer trastornos postparto. La causa de estas patologías es indefinida, se relaciona con una combinación de factores genéticos, ambientales (estrés, traumas), exigencias físicas y emocionales de tener hijos y cuidar a un nuevo bebé, y a los cambios hormonales durante el embarazo. El diagnóstico se basa en los criterios establecidos por el DSM -V y la aplicación de escalas, como la Escala de depresión postnatal de Edimburgo. Existe una relación entre presentar depresión durante el embarazo y más riesgo de parto prematuro, bajo peso del bebé al nacer, menor crecimiento fetal y otros trastornos del recién nacido. La inestabilidad de la depresión durante el embarazo también aumenta el riesgo de depresión posparto, de terminación temprana de la lactancia materna y de dificultad para establecer un vínculo con el bebé.
El tratamiento durante el embarazo es un reto para el clínico, la decisión de usar antidepresivos durante el embarazo se basa en un equilibrio entre riesgos y beneficios, es indispensable tener conocimiento actual sobre las implicaciones que tiene el uso de antidepresivos. Todos los antidepresivos tienen transmisión fetoplacentaria y son excretados en la leche materna. Se ha estudiado extensamente la seguridad de los antidepresivos con respecto al riesgo de teratogénesis, síndromes perinatales, complicaciones posnatales del neurodesarrollo y de la lactancia. Se recomienda el uso de antidepresivos como los inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina como sertralina y citalopram que no se han relacionado con teratogenicidad pero sí con cambios de peso en la madre y parto pretérmino. Estudios muestran que los inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina no se asocian con anomalías congénitas. La fluoxetina se considera el inhibidor selectivo de la recaptura de serotonina más seguro, pero se ha identificado un riesgo elevado de malformaciones congénitas cardiovasculares durante el primer trimestre del embarazo.
La sertralina y el citalopram no sugieren incremento en el riesgo de malformaciones congénitas cardiovasculares. Los inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN), también se consideran una opción durante el embarazo y dentro de ellos están la duloxetina y la venlafaxina , sin embargo, los estudios plantean una relación entre tomar inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina al final del embarazo y hemorragia posparto. La venlafaxina no parece asociarse con un riesgo aumentado de malformaciones fetales, pero está asociado a un riesgo incrementado de hipertensión arterial.
Es indispensable la evaluación y control psicológico de la mujer embarazada, es de vital importancia en la salud de la gestante crear una consulta psicológica-psiquiátrica permanente en las clínicas dentro de su control prenatal, elaborando seguimiento y vigilancia de las pacientes con depresión y ansiedad, durante y después del embarazo, para determinar la evolución y repercusiones de los tratamientos a largo plazo en la salud del binomio madre e hijo.

Palabras Clave
uso materno, fármacos antidepresivos específicos, primeras etapas del embarazo, defectos congénitos seleccionados
Especialidades
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